Plagios y maneras de proceder

Arranco por el dato, aunque no es lo que más me importa. Considérenlo simplemente la percha de arranque de esta nota, que presumo larga: ayer fui objeto de un plagio por parte de ElMundo.es. Un plagio grosero, evidente y, además, innecesario. Un señor plagio, vamos.

Quien lo hizo ni siquiera se molestó en maquillarlo mínimamente; al menos no hasta que lo denuncié en mi Twitter y numerosos internautas se hicieron eco del asunto (¡gracias!). En ese momento, se ve que la denuncia llegó a la redacción de ElMundo.es y trataron de tapar el asunto como fuera. Tarde.

Para que quede constancia del abuso, aquí dejo la secuencia completa del plagio. Sólo le ruego a usted que, a pesar de la larga extensión de esta nota, avance hasta el final, pues ya le digo que lo importante de esta nota no es mi caso concreto.

Esta es la secuencia de los acontecimientos:

    1) Lunes, 15/02/2010, 15.01 h. – Publico la siguiente nota en e-periodistas: Una sentencia avala la futura integración de redacciones de la Agencia EFE.

    2) Martes, 16/02/2010, 19.04 h. – ElMundo.es publica la siguiente noticia, sin ningún enlace ni mención a mi blog (reproduzco una copia de caché, puesto que la versión original fue posteriormente retirada):

    3) Martes, 16/02/2010, 19.29 h. – Denuncio el plagio en mi Twitter y en torno a medio centenar de usuarios de ese servicio reproducen inmediatamente la denuncia.

    4) Martes, 16/02/2010, 20.20 h. aproximadamente – Ante la que se está montando, ElMundo.es modifica burdamente el texto original, para tratar de diferenciarlo del mío. Este es el resultado, que carece, una vez más, de referencia o enlace alguno a mi nota. Por si fuera poco, la noticia sigue como «actualizada» a las 19.04, algo a todas luces falso.

    5) Martes, 16/02/2010, 20.30 h. – Vuelvo a denunciar en mi Twitter la nueva artimaña de ElMundo.es.

    Y, ¡atentos!, porque llega la guinda: 6) Miércoles, 17/02/2010 , 01.08 h. – He aquí un impresionante corolario al asunto: ElMundo.es, con una desfachatez digna de mejores causas, abre su sección de Comunicación nada menos que con esta noticia: «El ‘New York Times’ investiga a un redactor por posible plagio». Sin comentarios.

Por si queda alguna duda, aclaro que no he recibido la más mínima explicación ni petición de disculpas por parte de quien ha realizado este burdo plagio. Nunca es tarde.

Hasta aquí, mi caso. Pero ya digo que, por desgracia, no soy el primero ni seré, ¡ay!, el último en sufrir este tipo de atropellos. Hace apenas unos días que tenía noticia de un abuso similar. La web P+DH publicó esto el 10 de febrero; cuatro días más tarde El Pueblo de Ceuta fusiló el artículo sin contemplaciones. Una gota más en un océano de falta de profesionalidad, respeto y hasta vergüenza.

En estos casos, tal vez la vía más inteligente sea la del escarnio público del plagiario, como alguien hizo magistralmente hace unos meses con motivo de otro plagio de ElMundo.es -ya es casualidad- a un texto sobre Djibuti escrito originalmente por Ander Izagirre. Yo no tengo tanto ingenio, disculpen.

Bueno, gracias por haber llegado hasta aquí; vamos, por fin, al meollo del asunto.

Los medios, como todos sabemos, viven una situación crítica. No está nada claro su futuro y éste depende, en gran medida, de que continúen siendo creíbles y relevantes para la gente. Para conseguirlo, es necesario preservar la excelencia profesional en los resultados, pero también en las formas. Si uno ha cometido un error, en lugar de tratar de esconderlo bajo la alfombra, hará bien en reconocerlo. Como escribí hace ya seis años en este mismo blog, «borrar no es sinónimo de rectificar«. Por otra parte, ya ni siquiera es posible borrar, pues las aplicaciones y servicios de la red dejan rastros evidentes por todos lados.

Casualidades de la vida, hoy mismo se ha publicado la carta enviada el pasado viernes por Robert Thomson, director de The Wall Street Journal, a Bill Keller, director de The New York Times. En ella denuncia el ya mencionado plagio al WSJ realizado por un periodista del NYTimes. Me viene al pelo. Donde pone ‘Robert Thomson’ escribiré Ramón Salaverría y, allá donde pone ‘Bill Keller’ lo sustituiré por Pedro J. Ramírez. Seguro que mi destinatario no se alarmará por la similitud de ambas cartas. ¿O sí?

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Actualización, 17/02/2010 – 12.53 h. – Acabo de recibir una llamada telefónica de un responsable de ElMundo.es donde me ha expresado sus disculpas por lo ocurrido. Se lo he agradecido.

Actualización, 17/02/2010 – 19.32 h. – Aparte de la avalancha de mensajes en Twitter, y de que este post lleve varias horas como primero en la portada de Bitacoras.com, comienzan a aparecer menciones a este asunto en distintas publicaciones digitales:

A propósito de estos dos titulares, ustedes juzgarán si esta anotación «acusa» o, más bien, «demuestra». El matiz es importante.

Actualización, 18/02/2010 – 10.17 h.Babel & Bedlam, un blog británico elaborado por Dominique Jackson (@deejackson), ha publicado un magnífico relato en inglés de este caso de plagio: The Cautionary Tale of the Professor, his Blog Post & the Blatant Plagiarism (18/02/2010). Thank you so much!


41 comentarios sobre “Plagios y maneras de proceder

  1. Sin que sirva de excusa `para el deshonesto acto de plagiar y sí para mirar más en el fondo del aprendizaje de la profesión, esto tiene toda la pinta de ser obra de algún becario vago de neuronas incapzar de reescribir información,mencionar fuentes o poner comillas.
    Gracias por destapar este tipo de actuaciones pues es así, expuestas al escarnio público, como se tendrá que atajar, que no solucionar, en problema.

  2. En El Mundo y resto de cabeceras españolas se aplica la política de pedir disculpas sólo cuando saben que han sido descubiertos y se comenta en la red.

    Sin embargo, El Mundo es uno de los pocos, por no decir el único, que pide disculpas por copiar aunque seguirá haciendo lo mismo la semana que viene.

    Los peores son todos los demás que copian directamente, firman como si fuera suyo y ni rectifican ni piden disculpan.

    ¿Qué se puede hacer con todos estos mal llamados medios de comunicación cuyos contenidos están hechos a base de copiar y pegar teletipos de agencias y sobre todo plagios de blogs y webs porque les sale gratis?

    Encima se quejan de los buscadores cuando son ellos los que copian. En fin, no sigo porque me cabreo y me amarga el día.

  3. La verdad que no sé que se puede hacer con esto, creo que es un poco la moral y la ética de cada uno, porque internet es tan grande…, que es imposible controlarlo todo. Eso sí, pensaba que los periodistas serían los primeros en respetarse y dar ejemplo.

  4. Luego nos vendran hablando de derechos de autor y demas.
    En este caso,yo les pediria la parte proporcional de ingresos que les dio la publicidad que tenian en la web de la noticia,por haberla extraido de tu blog
    Pero claro,cuando ellos son los que plagian es un error,ahora si lo hace un blogger es un «pirata y un delincuente».
    VAYA CARA MAS DURA.

  5. Vaya asunto. Uno de los casos más recordados en Montevideo sobre plagio fue de un periodista que luego de descubierto, no ejerció más el oficio. Hablo de 1920. Ahora, no me parece llegar a esos extremos, el hombre demostró ser un tipo honesto y sin su obra como crítico cultural, la literatura uruguaya hubiera sido otra. Paradójico ¿verdad?
    No se pueden meter todos los casos en el mismo saco, hay que hilar fino, pero llama la atención como los grandes se sirven de los chicos a su antojo. Eso es lo que molesta.

  6. Me parece que sólo podríamos considerarlo un plagio (y ponernos histéricas todas a coro) si un redactor de El Mundo se hubiese atribuido la autoría del texto. Sin embargo, no ha sido así. Hagámonos la manicura, pues. Al fin y al cabo, es práctica habitual que los medios digitales recojan y difundan toda la basura que circula por la Red, dándola a conocer con más o menos precauciones sobre su autenticidad y/o razón de ser. Si la información original ha sido promocionada por un medio de comunicación de masas, el autor del texto debería estar como unas castañuelas de contento. Pero no lo está… ¿el motivo? La felicidad no es completa sin notoriedad pública, sin aplausos, sin palmaditas en la espalda vía Twitter. Enhorabuena, caballero, ahora es conocido (hasta donde va a trascender esta pijadilla) por su condición y naturaleza de CHIVATO. Olé.

  7. El último comentario debería ser suprimido, otro listo que se ha pasado de graciosillo, a polemizar por polemizar, si seríamos de verdad un gallinero de locas da por seguro que te hubiéramos sacado los ojos ya, para yonki de notoriedaz tú. Muy bien denucniado, Ramòn.

  8. No hace falta suprimir el comentario de Hinhan. Es mejor y más democrático dejar que cada uno se retrate a sí mismo. Él lo ha hecho.

    Por cierto, gracias a todos por este apoyo tan abrumador aquí y en Twitter. No doy crédito.

  9. Sobre la segunda actualización (el modo de titular), copio lo que acabo de escribir en 233grados:

    Me parece que ese título se parece al modo de titular (para cubrirse las espaldas) de muchos diarios. Cuando alguien que acusa demuestra con pelos y señales la acusación, cuando el acusado, tarde y mal, se disculpa… ese título es de lo más ´comodo y light. Porque la noticia no es que RS acuse, es que elmundo.es ha plagiado a RS. Parece lo mismo, pero no lo es.

  10. Como periodista de LaVanguardia.es acepto la crítica al titular publicado. Pero en mi modesta opinión, cuando el autor del post DEMUESTRA con tanta contundencia y rigor el proceso de plagio y «corrección», se convierte en una acusación profesional en toda regla, máxime viniendo de un maestro de periodistas como el profesor Salaverría, aunque en su intención no hubiera ánimo acusador sino lección profesional.

  11. Gracias por la aclaración, Txema Alegre. Tienes razón al decir que el concepto de «acusación» puede interpretarse también en los términos en que tú has explicado. Si se entiende así, no tengo nada que matizar.

  12. Al menos el texto de El Mundo lo leyó alguien. Que no tuvo que dar las gracias. Así que por qué exigir perdón. Una cosita más: ¿ser radical es no ser democrático? Porque el señor Salaverría ha hecho ostentación de no poco radicalismo. Sin followers no somos nadas, ¿eh? Abajo el Gobierno de lo previsible.

  13. Ramon Salaverría:¡Cuánto te comprendo con el plagio! ¡Me han plagiado tantas veces…! ¡Y además algunos hasta tienen la caradura de firmar lo que ha escritro otro! Claro que lo que va por la red, al igual que las agencias, lo consideran los «obreros» de los periódicos como «fuentes». Pero en tu información sobre Efe veo la mano de una agencia asesora de EFE en este conflicto. Hay que luchar contra el plagio, pues los plagiadores son periodistas cínicos, y los cínicos nosirven para este oficio, dijo Kapuscinki. Deberíamos crear una «cloaca» donde poner los plagiadores, mentirosos, calumniadores, difamadores, cretinos y cínicos, quede haberlos… Salvador Aragonés

  14. Ya se ha dicho demasiado. Llegué tarde. Pero nunca lo es para mostrar mi solidaridad de compañero de batallas y profesión. Un abrazo y ánimo!!! Iban Campo, desde República Dominicana.

  15. Bueno, yo no llegue tarde, llegue desde un seguido de mi twitter que se preguntaba que pasaria si el plagiado hubiera sido un músico?, es bueno lanzar la pregunta en plena discusión sobre la libre disposición de contenidos en la web.

  16. Buenas. Lo que le ha hecho el mundo me lo hizo a mi con una carta al director. Fusiló íntegro el contenido de la misma, y se lo otorgó a otro. Comuniqué mi sorpresa, y aún estoy esperando su respuesta.Ya sé que no idéntico el caso, pero no me gustó. No me pareció ni ético ni profesional.

  17. Ánimo Ramón, que te copian porque cuentas cosas interesantes. Hay gente a la que no le copian nunca porque no cuentan nada interesante. Puienso que hay que ser fuertes con el caradura y muy sueves con quienes necesitan ayuda y están empezando en la web.

    Una anécdota: hace dos días una web relativamente relevante había copiado palabra por palabra toda la guía completa de sanfermin.com. Trabajo de años de diferentes periodistas, trabajo de documentación, entrevistas, mantenimiento, actualización y traducciones… Y con fines lucrativos. En este caso creo que no hay que tener contemplaciones. Le remití un mensaje al administrador y al abogado de la empresa y así se lo hice saber. A los diez minutos desaparecieron unas cuerenta páginas con el plagio. Esto es to lo que hay.

  18. Muy bueno lo de Gerry McCann. Le quita hierro a este Asunto (con mayúscula) del plagio. Una duda que tengo: cíteseme a un solo periodista destacado/ble del que haya sido «maestro» (no profesor) el doctor (ay…) Salaverría.

  19. A mí me han plagiado cienes de veces y las diez primeras me fastidié porque ésa fue mi determinación, pero a la doscién o trescienes ya no pude sino perder los nervios con esos malpocados, aplaudo la propuesta de exterminio de Santiago. Mi sueño es poner una empresa de pladur. Soy oficial de segunda.

  20. La verdad que no sé que se puede hacer con esto, creo que es un poco la moral y la ética de cada uno, porque internet es tan grande…, que es imposible controlarlo todo. Eso sí, pensaba que los periodistas serían los primeros en respetarse y dar ejemplo.

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