No exagero un ápice. A la vista está:
Hoy el diario A Gazeta de Vitória, capital del estado brasileño de Espírito Santo, celebra 80 años de historia.
Rede Gazeta, su empresa editora, se ha convertido en los últimos tiempos en un conglomerado multimedia que, además del periódico, integra otro diario más popular (Notícia Agora), varias emisoras de radio (CBN, Antena 1 FM, Litoral FM…), televisión (TV Gazeta, GTV) y una edición digital en internet (Gazetaonline.com.br).
Estos días he sido invitado por la empresa a dictar un curso profesional de ciberperiodismo a los periodistas de todo el grupo, para hablar sobre nuevos lenguajes periodísticos multimedia, técnicas avanzadas de investigación y convergencia de redacciones. Sin embargo, la lección más importante me la han dado ellos a mí: la alegría y la pasión de ser periodistas.
En un tiempo en que el cinismo y la desconfianza se extiende como una gangrena por muchas redacciones, encontrar un lugar como este donde se respira pasión por el periodismo, es todo un soplo de aire fresco. Ayer, con motivo de la inauguración de la nueva redacción integrada, donde han comenzado a trabajar codo a codo los periodistas de prensa, radio e internet, tuve ocasión de comprobarlo. Estas fotografías que tomé en esa improvisada fiesta de la integración periodística, organizada por los propios periodistas, son la mejor evidencia de que no miento. ¡Viva Brasil!
Impagable documento gráfico! Gracias por compartirlo, Ramón!
En otro contexto, pero muy relacionado con esta idea de que la pasión por el periodismo es hoy más excepción que regla, a mí también me impresionó la despedida de Antoni Bassas como locutor de las mañanas de Catalunya Ràdio: El último día había gente en la calle concentrada delante del estudio para darle las gracias por 13 años de buen periodismo:
http://www.vilaweb.tv/?video=5338
Es algo que no se ve cada día!
Bonito lo que has apuntado, David.
Por cierto, cuando miro las fotos de la fiesta de aquí arriba no puedo evitar que se me venga a la cabeza esto:
http://es.youtube.com/watch?v=UukbFeJv8Os
[Atención: es un vídeo sólo apto para mayores de 30 años. A los más jóvenes no creo que les haga gracia. ¿O sí? ;-)]
wao muy interesante la info de tu blog, espero que visites el mio http://www.dad16.blogspot.com 😉
¡Hola Ramón!
Soy Eduardo Fachetti, estudiante de periodismo y también practicante en el sitio Gazeta Online. Estuve en el primer dia del curso que te nos ha pasado y, sin embargo, me pareció incrible también su pasión por la profesión.
Muchas gracias por compartir con nosotros su experiéncia y por las leciones que nos dejó aqui en Vitória.
¡En serio, la integración fue un momento mágico para nosotros! La producción integrada y el contacto profesional intenso me cae, para mi, como un más grande incentivo para apasionarme por el periodismo. Ahora sé y no más estoy «tan perdido como aquí» jejeje
Me quedo con la última frase, tan significativa por lo que tiene que ver con el periodismo; viva Brasil.
Ramon
Obrigada! Aqui na Gazeta, ficamos muito felizes com as aulas e com esse post sobre a integração.
um abraço
Eduardo e Ana Laura, estou muito contente de que vocês gostaram do curso professional que ministrei na Rede Gazeta nos ultimos dias. Fico a sua disposiçao para o que vocês precissem.
Maj: te has quedado con la frase clave, en efecto.
Ramón
Adorei ouvir a sua palestra, aprendi muito. Foi muito bom você estar aqui num momento tão importante para a Rede Gazeta e para nós, eternos jornalistas apaixonados. E obrigada pela dica de Portugal.
Abraços
Rachel Martins
Genial
Qué gran experiencia te ha tocado vivir Ramón. Esa alegría y entusiasmo que están experiemientando los colegas brasileros es envidiable. Hasta ahora la mayorías de las convergencias mostraron desapego, fastidio, miedo y celos entre otras cosas.
Ojalá que de ahora en más, los medios a los que les falta dar el gran paso lo vivan de mejor manera.
Facilitaría el proceso de adaptación y comprensión del mundo digital.
Vanina, imagino que la fiesta momentánea no evitará que haya desencuentros y recelos en el día a día, al menos en los comienzos. En todo caso, siempre es mejor encarar los cambios con espíritu positivo. Y en eso, como en otras muchas cosas, los brasileños son únicos.