Entre Rojo y amarillo
Ya han pasado un par de semanas desde el bochornoso episodio de las artimañas de David Rojo, editor de Periodistadigital.com, quien no tuvo reparos en valerse de forma espuria de su condición de abogado para conseguir una entrevista periodística del presunto asesino Tony Alexander King.
Esta ha sido, a grandes rasgos, la historia y sus consecuencias:
1. Periodistadigital.com anuncia que dispone de una entrevista exclusiva a King, y la publicita aireando aspectos secundarios, como la descripción del encuentro entre King y Rojo. El portal se convierte en escaparate para la venta de la entrevista exclusiva al mejor postor.
2. Aireada la existencia de esa entrevista en Periodistadigital.com, reputados periodistas de prensa, radio y televisión condenan desde sus medios el obrar de Rojo, al tiempo que desempolvan antiguas andanzas de esta persona como sus trabajos como «negro» plagiario. Por su parte, las reprobaciones y amenazas de inhabilitación al protagonista de la tropelía también atruenan pronto desde los colegios de abogados.
3. Tras esta fama sobrevenida -y nada despreciada por el señor Rojo-, llega su paseo por los platós de televisión. En esas entrevistas el protagonista sistemáticamente se escuda en dos tesis. Primera: «Los grandes medios me critican porque hago lo que ellos no han osado ni sabido hacer, a pesar de que yo soy un simple periodista». Dos: «Temen que un medio pequeño como Periodistadigital.com les haga sombra».
4. Los abogados avisan: David Rojo se arriesga a una pena de prisión, a una severa multa y a la inhabilitación temporal como abogado (que no como periodista…) por revelación de secreto profesional. Como no es un insensato, Rojo opta por no publicar la entrevista y pretende reconvertir su causa en una batalla por la «libertad de expresión» y contra el abuso de los medios poderosos.
5. Al calor de ese debate, El País y El Mundo , enemigos irreconciliables en otras batallas, se unen para reclamar conjuntamente a Periodistadigital.com que cese en la práctica de apropiarse sistemáticamente de sus contenidos. Desde hacía más de un año, el portal dirigido por Rojo venía usurpando sin autorización los contenidos de pago que El País y El Mundo publicaban en sus sitios web, para su posterior publicación en Periodistadigital.com, un sitio web que cuenta con publicidad. Cabe añadir que, para acceder a esos contenidos, Periodistadigital.com obligaba a los usuarios a registrarse y ceder datos personales.
6. Diversos medios digitales y confidenciales como PRnoticias, El Semanal Digital o Hispanidad.com, con presencia exclusiva en Internet al igual que Periodistadigital.com, conforman un grupo de corifeos que respaldan la actitud de Rojo y consideran la demanda de El País y El Mundo como una caza de brujas y un supuesto intento por acabar con la cada vez más vigorosa competencia.
7. Hoy, apenas unos días después de la demanda, Periodistadigital.com ya no se atreve a reproducir noticias de El País ni de El Mundo. En su lugar, destaca artículos y columnas procedentes de medios publicados exclusivamente en Internet que, curiosamente, respaldan en todos los casos las tesis de Rojo. Periodistadigital.com se ha convertido básicamente en un panfleto reivindicativo. Además, incluye noticias de ABC y El Periódico, medios gratuitos casi en su totalidad y que no han demandado (todavía) a Periodistadigital.com, así como informaciones extraídas de medios internacionales como BBC News en español.
Hasta aquí, la crónica, que sin duda sumará episodios en el futuro. No sé si hace falta que exprese mi opinión sobre esta historia, porque creo que se interpreta por sí sola. En todo caso, sólo me queda lamentar que medios (?) como Periodistadigital.com sean los que abanderan la nueva prensa digital en nuestro país. Quizá me equivoque, pero pienso que en el ciberperiodismo hispano hay espacio para más que el Rojo y el amarillo.
Nota (14 de octubre de 2003): This text has been translated to English by Iggy in Blogalization. There is also a brief remark written by me to that translation.