De los confidenciales a los ciberdiarios de opinión

En la primera mitad de esta década, España vivió el auge de una especie periodística que dio en llamarse confidenciales. Entre estos medios se contaban cabeceras como PR Noticias, El Semanal Digital, El Confidencial o El Confidencial Digital. Eran medios sin alter ego impreso, pero con modos y formatos propios del papel. También les unía una característica común: a sus editores a menudo les preocupaba más la opinión y la influencia política y económica, que la información y el servicio público.

Ahora parece que soplan nuevos vientos en la internet hispana. No cabe duda de que los confidenciales siguen ahí y atraen todavía buen número de lectores; hay quien sigue desayunándose todavía con sus artículos, muchas veces a caballo entre el rumor y la noticia. Y, justo es reconocerlo, a ellos se debe el adelanto de algunas exclusivas que luego se vieron confirmadas. Pero los nuevos lanzamientos de medios parecen dejar entrever que los confidenciales comienzan a ser cosa del pasado.

En la temporada recién estrenada prolifera una nueva especie que podemos denominar de ciberdiarios de opinión. Sin ir más lejos, en estas fechas asistimos al lanzamiento de varias cabeceras . Destaca el caso de Elplural.com, dirigido por Enric Sopena y que se define a sí mismo como un «periódico digital progresista». Cabe mencionar asimismo el catalán eldebat.com, que anuncia un diario de «participación ciudadana» aunque por el momento sobre todo destaca por su pléyade de columnistas. También cabe anotar proyectos más modestos como Nuevo Digital, promovido por Juan Pedro Quiñonero promovido por Javier Monjas y que cuenta con la colaboración de Juan Pedro Quiñonero.

Siguiendo modelos como el de Diariocrítico.com (heredero a su vez del extinto Micanoa.com) de Fernando Jáuregui y, sobre todo, la exitosa estela de Libertad Digital, el ciberdiario editado por Federico Jiménez Losantos que ha alcanzado unas cifras de audiencia muy considerables, estas nuevas cabeceras pretenden ocupar huecos ideológicos no cubiertos todavía en la internet hispana.

La intención de los nuevos ciberdiarios de opinión quizá sea la misma de los originarios confidenciales; el tiempo lo dirá. Por el momento, supone la irrupción en la red de firmas veteranas del periodismo español que hasta ahora habían renegado de la red. No sé si con ello ganaremos mucho pero, al menos, no perdemos nada.