¿Sirve la pirámide invertida para los diarios que cobran en Internet?

Cada vez son más los periódicos que se atreven a dar el paso de cobrar en Internet por las noticias. Sin embargo, ¿cuántos de esos medios se han planteado si ese cambio debe aparejar una mudanza análoga en sus formatos redaccionales? Por lo que se ve, ninguno. La mayoría ha decidido cobrar hoy por aquello que ayer ofrecía gratis, aunque también hay otros que han pensado que era necesario dar algo más para conseguir que los lectores se echen mano a la cartera. Sin embargo, incluso entre estos últimos, ninguno parece haber reparado todavía en que quizá una de las cosas que deben cambiar es la forma de construir los textos periodísticos. La sacrosanta pirámide invertida vuelve al centro del debate.

Pondré un ejemplo sencillo para que se me entienda. Diario de Navarra, el primer diario de información general hispano que se lanzó a cobrar por sus noticias, permite acceder gratuitamente sólo al titular y a los dos primeros párrafos de las noticias publicadas en la edición impresa. A partir de ahí, como espero que se adivine en la imagen de abajo, obliga a pulsar un enlace para «leer toda la noticia» y, claro, pasar por caja.

Parte gratuita de una noticia de pago

en Diario de Navarra (20/01/2001)

Sin embargo, ¿qué lector se verá movido a pagar si el producto que se le pretende vender es mucho menos interesante que el que se le ofrece gratuitamente? Carece de sentido. Es como si un propietario de una sala de cine ofreciera gratuitamente el visionado de una película entera y, en cambio, obligara a pagar por ver el trailer. Pues bien, cuando las noticias están escritas en pirámide invertida -y la gran mayoría de las noticias, lo está- ésa es prácticamente la situación que se produce en los diarios en Internet. Se da gratis lo más valioso y se cobra por lo irrelevante.

Al escribir en pirámide invertida, se dilapida en los dos o tres primeros párrafos el material informativo más interesante. De hecho, en no pocas ocasiones, los párrafos restantes son simple material de relleno carente del más mínimo atractivo.

Habrá quien piense, por tanto, que la mejor opción para cobrar es vetar por completo el acceso a todo el texto y permitir apenas la lectura del titular de la noticia. De hecho, esta es a grandes rasgos la opción que ha elegido por ejemplo El País. Sin embargo, también esta opción presenta inconvenientes: ¿qué lector va a a verse animado a pagar si ignora por completo lo que le espera dentro del periódico? Cualquier comerciante sabe que el éxito de su venta depende en gran medida de cómo presente sus productos en el escaparate. ¿Y alguien conoce algún comercio que, para vender más, cierre la persiana de su escaparate?

La solución no es sencilla, por tanto. Los diarios que deseen vender información en Internet están obligados a mostrar su mercancía informativa de una manera cautivadora. Deberán ofrecer un cebo lo suficientemente tentador en cada noticia como para que el lector pique y pague. Pero si ese el modelo hacia el que nos dirigimos, los medios en Internet deberán reflexionar si la pirámide invertida es el formato idóneo para sus propósitos. Hay muchas razones para pensar que no es así. Aunque, quién sabe, quizá alguien tenga otras ideas al respecto; agradeceré que las comente aquí mismo. Estoy dispuesto al debate.

[¡Ah! Y un saludo a todos los amigos de Huesca. Intentaré ser más constante. ;-)]

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